El proyecto aborda la rehabilitación de los antiguos vestuarios de atletismo tras su acusado deterioro. Para esto se unen la sala izquierda y la central formando los vestuarios femeninos y se reserva la sala derecha, de mayor tamaño, a masculinos. Se levanta el pavimento, se cambian todas las instalaciones y se sanea la solera. El escalón actual se salva en los dos vestuarios mediante una rampa de 2,5% de pendiente.
Cada vestuario consta de un cortavientos que, además, impide las vistas directas desde el exterior al vestuario. Del vestíbulo se accede también a los aseos. Cada uno de los vestuarios cuenta con una gran sala de vestuario común, dos salas menores para equipos (que pueden formar parte de la sala mayor o separarse mediante puertas correderas) y un espacio de duchas comunes e individuales. El muro de cerramiento se hace con pavés mate para conseguir unos vestuarios muy luminosos. En la parte superior del muro unas ventanas de pavés abatibles permiten la ventilación cruzada integrándose perfectamente en el muro.